Cuentos eróticos

8 de mayo de 2014

Historia del vibrador

Este jueves toca culturizarnos un poco y hemos decidido contaros la historia de cómo surgió el vibrador ya que nos ha parecido muy curioso. Esperamos que os guste y dejéis cualquier comentario que os apetezca.
El vibrador se remonta a mediados del siglo XIX para poder tratar una enfermedad que se llamaba “histeria femenina”, y se diagnosticaba en mujeres que se encontraban con síntomas de estado nervioso e irritable, falta de apetito…
Proviene a que en la antigüedad clásica se pensaba que las mujeres podían tener un desajuste en el útero teniéndolo sin ninguna sujeción divagando en su interior y que ello podría producir un estado de irritación nerviosa.
La palabra útero deriva del latín “hysteria”, de ahí el nombre de la supuesta enfermedad.
En aquellos tiempos no se apreciaba la sexualidad de la mujer, por lo que acudían al médico para poder tratar tal problema, eso sí siempre acompañadas de sus madres o maridos pues en esa época las mujeres no podían ir solas al médico.
Y el tratamiento era tan sencillo como que el médico masajeara la zona del clítoris y vagina hasta llegar a un paroxismo histérico y expulsar toda su ansiedad llegando a un estado relajación (es decir, hasta que tenía un orgasmo).
Si lo pensamos hoy en día sería muy surrealista, imaginarse a una misma o en su caso a tu novia, madre, prima o vecina yendo al médico para que practique una buena masturbación delante del marido o madre, que se encuentran muy preocupados por la enfermedad y solo el médico la puede aliviar…  
Tras largas sesiones de duro trabajo del médico este acababa exhausto y su mano muy cansada tras tantas visitas de pobres mujeres histéricas, hasta que un buen día del año 1880 un médico británico llamado Joseph Mortimer Granville inventó el vibrador para evitar tanto esfuerzo y consultas tan largas para tratar con el único tratamiento.
El vibrador inicialmente se inventó con objetivo médico y no sexual, incluso se llegaron a considerar electrodomésticos por ejemplo como batidoras. Existían múltiples modelos en el mercado que nada tienen que ver con los que conocemos hoy en día, hasta que en el mundo del porno las actrices empezaron a utilizarlo en películas y ello creó un cambio en la sociedad viendo los vibradores con otros ojos.
En la actualidad podemos encontrarlos de todo tipo fabricados con silicona médica, pvc, con forma de pene,  pato, pez, que estimulan el punto g o clítoris, con control remoto, incluso resistentes al agua, etc… Y para utilizarlo solo basta tener ganas de sentir placer ya sea solo/a o en compañía.

 
 
 
 
 
 


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