Este jueves toca culturizarnos un
poco y hemos decidido contaros la historia de cómo surgió el vibrador ya que
nos ha parecido muy curioso. Esperamos que os guste y dejéis cualquier
comentario que os apetezca.
El vibrador se remonta a mediados
del siglo XIX para poder tratar una enfermedad que se llamaba “histeria
femenina”, y se diagnosticaba en mujeres que se encontraban con síntomas de
estado nervioso e irritable, falta de apetito…
Proviene a que en la antigüedad
clásica se pensaba que las mujeres podían tener un desajuste en el útero
teniéndolo sin ninguna sujeción divagando en su interior y que ello podría
producir un estado de irritación nerviosa.
La palabra útero deriva del latín
“hysteria”, de ahí el nombre de la supuesta enfermedad.
En aquellos tiempos no se
apreciaba la sexualidad de la mujer, por lo que acudían al médico para poder
tratar tal problema, eso sí siempre acompañadas de sus madres o maridos pues en
esa época las mujeres no podían ir solas al médico.
Y el tratamiento era tan sencillo
como que el médico masajeara la zona del clítoris y vagina hasta llegar a un paroxismo histérico y expulsar toda su ansiedad llegando
a un estado relajación (es decir, hasta que tenía un orgasmo).
Si lo pensamos hoy en día sería
muy surrealista, imaginarse a una misma o en su caso a tu novia, madre, prima o
vecina yendo al médico para que practique una buena masturbación delante del
marido o madre, que se encuentran muy preocupados por la enfermedad y solo el
médico la puede aliviar…
Tras largas sesiones de duro
trabajo del médico este acababa exhausto y su mano muy cansada tras tantas
visitas de pobres mujeres histéricas, hasta que un buen día del año 1880 un
médico británico llamado Joseph Mortimer Granville inventó el vibrador para
evitar tanto esfuerzo y consultas tan largas para tratar con el único
tratamiento.
El vibrador inicialmente se
inventó con objetivo médico y no sexual, incluso se llegaron a considerar
electrodomésticos por ejemplo como batidoras. Existían múltiples modelos en el
mercado que nada tienen que ver con los que conocemos hoy en día, hasta que en
el mundo del porno las actrices empezaron a utilizarlo en películas y ello creó
un cambio en la sociedad viendo los vibradores con otros ojos.
En la actualidad podemos encontrarlos
de todo tipo fabricados con silicona médica, pvc, con forma de pene, pato, pez, que estimulan el punto g o
clítoris, con control remoto, incluso resistentes al agua, etc… Y para utilizarlo
solo basta tener ganas de sentir placer ya sea solo/a o en compañía.

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